Aquello chisporroteaba y el maíz engordaba y cuando levanté la tapadera:
¡Lluvia de palomitas! Mira. ¡Lluvia de palomitas!. Mira, mira.
Vaya sorpresa. Estaban buenísimas.
Para darles más gusto, empapar el fondo de la olla con margarina.

Hoy comemos una ensalada con los restos del